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Lo que no sabías de la estatua de Oscar: Es mexicana, ¡oh sí!

El OSCAR es MEXICANO

por Mónica Belén Hernández Bennettz


Probablemente no haya una entrega de premios más famosa en el mundo que la de los Oscar. Su primera edición se celebró en 1929, en un espacio con capacidad para sólo 270 personas. El coste de cada entrada era de 5 dólares y en aquella ocasión se entregaron 15 estatuillas. Desde entonces, el evento ha cambiado radicalmente. Se retransmite por todos los medios posibles y ha llegado a más de 40 millones de espectadores de todo el mundo. Hay 24 categorías más algunos premios especiales. Es sin duda el premio más esperado por cualquier profesional del cine; muchos de ellos han dicho que recibir la estatuilla es la culminación de toda una vida de trabajo. ¿Quién ha desarrollado este pequeño de 34 cm (13,18 pulgadas) y 3,85 kgm (8,49 libras) de peso? Ese hombre maravilloso que muestra su musculatura sobria y bien torneada, sosteniendo como un caballero errante las espadas sobre un rollo de película de 5 radios que simboliza las ramas originales de La Academia: actores, escritores, directores, productores y técnicos. ¿Quién era el modelo? Le aseguro que no es ni mucho menos un calvo. Se sorprenderá.

1923, Los Ángeles, California, un imponente letrero en el Monte Lee asomaba a la tierra de Hollywood dando la bienvenida a amigos y extraños. en 1949, ese letrero se convertiría en el mítico HOLLYWOOD. Precisamente durante la década de los años 20, existía una próspera comunidad mexicana de actores. En esta comunidad destacaba la bella actriz Dolores del Río, nacida en Durango. En esa época era la futura esposa del director artístico de la Metro- Goldwyn-Mayer, Cedris Gibbons. Ambos eran la pareja del momento; aparecían en todos los periódicos y revistas. Representaban la realeza y el glamour del floreciente séptimo arte. Eran la BRATJELINA de los años 20 y 30. Fue entonces cuando en una servilleta, sentado en un café, Gibbons comenzó a dar forma a la estatuilla a petición de los miembros de la recién creada Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (1927); ese trozo de papel fue entregado al escultor George Stanley. Éste solicitó un modelo real para esculpir. Fue entonces cuando Dolores del Río le propuso matrimonio a su amigo y compatriota mexicano Emilio El Indio Fernández.

Emilio había emigrado a Estados Unidos por la persecución política que sufría en aquella época. Era descendiente de un famoso general mexicano del ejército revolucionario y de una bella indígena kakapú. Tenía una contextura física envidiable y un rostro bastante particular, con abundante cabello y barba. Dolores se reunió con él en su casa de Santa Mónica; tras un par de tragos de tequila, le pidió que posara para la estatuilla. Emilio no estaba convencido de hacerlo; quería aprender a dirigir cine, y ser modelo no entraba en sus planes. "¡Vamos Emilio! Es sólo una vez y serás inmortal", dijo Dolores, "Querido, seré inmortal por las razones correctas y no por esto. " Aun así, la actriz convenció a El Indio. Lo que no sabía es que debía posar desnudo para el escultor, una actividad que no le gustaba nada. Aun así, lo hizo. Emilio regresaría a México en los años 30, y se convertiría, junto al extraordinario Luis Buñuel, en uno de los directores de cine de habla hispana más reconocidos. Dirigió a divas mexicanas, como Dolores del Río y María Félix, y fue quien regaló a Marilyn Monroe los muebles de su habitación durante su última visita a México. Emilio El Indio Fernández logró su cometido. Se le recuerda por las razones correctas: su magistral dirección y las películas de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano. No te puedes perder María Candelaria, Enamorada, Salón México, entre muchas otras.

Esta hermosa pieza vio la luz en 1929. Hasta la fecha, se han entregado más de 3.000 estatuillas, y este 25 de abril tendrá lugar la entrega número 93. A lo largo de sus casi 100 años, no ha sufrido modificaciones. Al principio, era de bronce macizo con acabado dorado. Entre 1942 y 1944, en la época de la II Guerra Mundial, se hicieron de yeso. Después de la guerra, se empezó a fabricar la estatuilla con britanio, una aleación metálica formada por cobre, estaño y antimonio regulus, que luego se chapó en oro de 24 quilates. No siempre han llevado un número de serie en la base; empezaron a numerarse en 1949, empezando por el número 501. Se necesitan 12 personas para fabricar una pieza. Se dice que debe su nombre a la ocurrencia de la actriz Margaret Herrick que, al verlo, se rió a carcajadas diciendo: "¡Es tan calvo como mi tío Oscar!". Sin embargo, este nombre no se utilizó hasta 1939, después de que la historia del Tío Oscar se popularizara en 1934. Antes de eso, se llamaba simplemente Premio al Mérito Cinematográfico otorgado por la Academia... un poco largo, ¿no? Los mexicanos han tenido 83 nominaciones y 25 victorias. El primer mexicano en ganar un Oscar fue Anthony Queen en 1952, repitiendo en 1956, y qué decir de Alfonso Cuarón 2013 y 2018. Alejandro González Iñárritu en 2014 y 2015 y Memo del Toro en 2017 ganaron los premios a Mejor Director.

Estoy seguro de que sostener la estatuilla de la modelo mexicana es el sueño de estudiantes de actuación, directores, guionistas, técnicos, etc., de todo el mundo. Los imagino filmando sus películas, ensayando sus discursos de agradecimiento, imaginando por momentos la emoción de escuchar su nombre cuando el presentador dice: Y EL OSCAR ES PARA...


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