La flor de Pascua: El regalo navideño de México para el mundo

Un regalo de México al mundo

por Graciela Lozano

‍

La Navidad llega al mundo, en un año que nos ha hecho replantear nuestras vidas, valorar el amor, la cercanía, la distancia, un abrazo, una visita. Y con la Navidad, en todo el mundo llega como cada año una hermosa planta de grandes hojas rojas, blancas o rosas, rematadas con diminutas flores amarillas pero que juntas forman una hermosa composición de contrastes de la naturaleza, que nos recuerda que Dios está con nosotros regalándonos la Flor de Nochebuena y la Flor de Navidad.

Cuenta la leyenda que el emperador azteca, Moctezuma (reinado 1502-1520 d.C.) paseando por los jardines de la hoy ciudad de Taxco, en el estado de Guerrero, vio una hermosa flor roja, maravillado por su exquisita belleza, su intenso color rojo y su textura, ordenó llevar esa flor a su palacio en Tenochtitlan y la plantó en sus jardines, era invierno, estaba en plena floración, la belleza de tantas plantas juntas era hipnotizante, el emperador quedó complacido.

La bautizó como Cuetlaxochitl, nombre náhuatl que en español significa "flor de pétalos de cuero".

Se llamó así porque a los aztecas su textura y color les recordaba a la piel viva. La flor no sólo es hermosa, sino que también formaba parte de los rituales de los sacerdotes que utilizaban sus propiedades medicinales y curativas. Los aztecas creían que la flor formaba parte de un ritual de nueva vida en el que los guerreros muertos en batalla volvían a la tierra en forma de colibríes para beber la miel de la flor, por lo que se les cuidaba con mimo y cariño. Por otro lado, también eran apreciadas porque servían para teñir telas y como tinte para pintar vasijas y ollas de barro.

A la llegada de los españoles a tierras aztecas, descubrieron la presencia de la hermosa planta en invierno, quedando conquistados por su exótica belleza nunca antes vista por un europeo, los frailes franciscanos comenzaron a utilizarla como adorno en las celebraciones navideñas en el Virreinato de Nueva España, (hoy México) ya que esta flor se da en invierno en climas fríos y cuando hay menos luz solar en el día, y la llaman Flor de Nochebuena.

Más tarde fue llevada a Europa en 1678, donde fue llevada al Vaticano como adorno navideño en 1899, cuando la Basílica de San Pedro fue completamente decorada con esta flor de origen azteca.

En 1834 recibió su nombre científico Eupohorbia pulcherrima, Eupohorbia la identifica como una planta de la familia del látex y pulcherrina significa la más bella.

Gracias al embajador de los Estados Unidos en México Joel R. Poinsett (1825-1829) la flor es conocida como Poinsettia, el embajador que era botánico de profesión, quedó maravillado con los colores de la flor y decidió llevarse algunas a su casa en Charlestonville, Carolina del Sur, donde comenzó a cultivarlas en su invernadero y a regalarlas a sus amigos en Navidad.

‍

‍

La planta, por su belleza y época de floración, se hizo popular en todo el mundo, siendo hoy la flor representativa de la Navidad. Tiene diferentes nombres en español: Catarina, Flor de Pascua, Estrella federal, Pastora, Corona de los Andes.

Cuenta la leyenda que cuando Dios creó la naturaleza en la tierra pidió a las plantas que tuvieran sus mejores flores para darlas al mundo y que cada una seleccionara las estaciones del año para su nacimiento, también les pidió que dieran a quien las tomara en sus manos lo mejor de ellas: belleza, amor, armonía y sabiduría. Un día Dios vio que una palmera especial desde su nacimiento daba todo lo más sagrado de su esencia, para ser elegida, pero nadie se paraba frente a ella para admirarla, porque su flor era muy pequeña y sus hojas muy grandes, sin embargo, no dejaba de luchar por ser feliz, aunque nadie volteara a verla, entonces, Dios se dirigió a ella y le dijo que era hermosa, y que cumplía su misión con mucho cariño, y aunque su belleza no fuera valorada, daba amor incondicional.

Entonces, Dios decidió darle su sangre, y al ponerla en sus hojas, éstas se transformaron en el rojo más hermoso que existe, convirtiéndola en la flor más bella, que además florecería en la época más importante de la tierra: La Navidad, para ser representante del amor y de la esencia divina del universo. A partir de ese momento, esta hermosa planta de grandes hojas y pequeñas flores se convirtió en la Flor de Nochebuena, convirtiéndola en la más representativa del nacimiento del amor y la esperanza del mundo. La Flor de Navidad.

Un hermoso regalo de México para el mundo.

‍