La pareja con la que tienes que ser el mejor amigo: el aloe vera y el aceite de coco

El aloe vera y el aceite de coco tienen el matrimonio perfecto.

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La combinación de estos dos ingredientes es uno de los regalos más perfectos que la naturaleza nos ha hecho durante cientos de años. En las culturas antiguas, se han utilizado para mantener la belleza y la salud de la piel.

El aloe es una planta originaria de Arabia y del noroeste de África. Su nombre común es Aloe, que viene de la palabra árabe "sabaira" que significa amargo; el género científico Aloe viene de otra palabra árabe "Alloeh", que significa sustancia amarga y brillante.

El aloe vera contiene más de 200 elementos activos, entre los que se encuentran numerosas vitaminas, minerales, aceites etéreos y ácido salicílico que funciona como analgésico. También tiene una alta concentración de vitaminas A, C y E. Estas sustancias activas se encuentran en el gel del interior de la planta. Este gel está lleno de excelentes propiedades para la piel, y se utiliza principalmente para reducir la inflamación de la piel cuando se sufre una quemadura solar, también ayuda a calmar la irritación, así como a hidratar la piel.

El aceite de coco posee propiedades antioxidantes, que ayudan a la piel a absorber todas las vitaminas y minerales que necesitamos para conseguir una piel suave, firme y sana. Contiene ácidos grasos y vitaminas E y K, lo que lo convierte en un gran hidratante facial. El aceite estimula la producción de colágeno y elastina, dos sustancias que estimulan la elasticidad y la flexibilidad de la piel. También funciona como una pantalla natural contra los rayos del sol. Además de ser antiinflamatorio y antimicrobiano, también ayuda a reducir la visibilidad de las manchas de la edad y a igualar el tono de la piel del rostro. Otro gran beneficio es que ayuda a combatir los efectos del envejecimiento en la piel. Esto se debe a que neutraliza la acción de los radicales libres en la piel, que son los principales responsables de la oxidación de las células que causan el envejecimiento prematuro.

¡Nada más que todo lo bueno! Aquí está nuestra receta para hacer una increíble crema hidratante natural en casa.

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Ingredientes

1 cucharada de aceite de coco ecológico

1 hoja entera de Aloe

2 gotas de cualquier aceite esencial que le guste - recomendamos la lavanda

En primer lugar, corta la rama de Aloe a medio centímetro de la zona donde se desprendió, ponla en un vaso con agua y déjala reposar durante 24 horas. La rama va a soltar un líquido de color ocre; esto es normal, ¡de hecho es necesario! El líquido que sale de la rama de Aloe es aloína, un látex amarillento que se vuelve más sobrio cuando se oxida.

Una vez liberado todo el ocre, hay que lavar y pelar la rama. Con un cuchillo afilado, corta los contornos más finos, los que tienen las puntitas, y luego retira con cuidado la piel de un lado y luego del otro - reserva la pulpa.

Puede que esta pulpa no huela muy bien, y tiene un sabor un poco amargo. También es viscosa y pegajosa, pero te olvidarás de todo eso cuando sientas y veas los beneficios en tu piel.

En un procesador de alimentos, mezcle la pulpa de Aloe y el aceite de coco (asegúrese de que el aceite esté derretido pero no súper caliente). La mezcla hará espuma y aumentará su volumen, como cuando bates un huevo; añade las gotas de aceite esencial. Utiliza un recipiente de cristal limpio y refrigera. Esta mezcla puede usarse en la cara y el cuerpo; créeme, ¡sentirás inmediatamente la diferencia en tu piel!

Para un consejo extra, si no usaste toda la rama de Aloe, puedes repetir el mismo procedimiento -pero sin aceite- y colocarlo en un contenedor de cubitos de hielo y ponerlo en el congelador.

Ahora cada mañana tendrás una crema hidratante 100% natural que te ayudará a desinflamar y dar crioterapia a tu piel. En pocos días verás la diferencia, ¡y te encantará! Todos lo hacemos en México.

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