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Camina con nosotros por un mercado del Día de los Muertos y consigue tu nombre en una calavera de azúcar

Tianguis del Día de los Muertos: Un mercado lleno de mística, calaveras de azúcar y nostalgia

por Graciela Lozano

En muchos pueblos y grandes ciudades de México, cada año a finales de octubre y durante la primera semana de noviembre, se realiza un mercado especial llamado "Tianguis del día de Muertos". Se instala en las plazas de las calles, en honor a la celebración de una de las tradiciones más bellas y significativas para todos los mexicanos: El Día de los Muertos.

En este"tianguis"(palabra que proviene del náhuatl tianquiz (tli), que significa mercado), la forma de comerciar sigue siendo similar a la de la época prehispánica: los productos se encuentran en una mesa o en el suelo, el comerciante y el comprador negocian un precio por el producto y se produce el intercambio. Pero, ¿qué compramos aquí? Pues compramos un soplo de vida, compramos alegría, fantasía, color, sabor, sorpresa, recuerdos, pero también retomamos la tradición de nuestros ancestros indígenas que crearon esta fascinante forma de ver la muerte y celebrar con la vida.

Desde el primer momento en que se pone un pie en el mercado, se entra en un mundo lleno de color, con olores y formas propias de esta singular celebración. Comida, dulces en forma de calaveras, algunas de azúcar, otras de chocolate,calaverasde caramelo también conocidas como "calaveras" adornadas con glaseado en forma de flor de vivos colores, y los dulceros te esperan para poner tu nombre en la frente de una de ellas. 

También encontrarás las clásicas muñecas de cartón hechas a mano que huelen feo. Una variedad de tamaños, todos iguales, se articulan en sus brazos y piernas con hilo de algodón, sólo los vestidos cambian de color. A primera vista son todas idénticas, pero si te fijas bien, descubrirás que cada una es única. También están las calaveras danzantes, las marionetas de esqueleto y los pequeños ataúdes de cartón con un esqueleto dentro. Si tiras de una cuerda, la puerta se abre y el muerto se sienta. Hay platitos con comida de juguete para que los niños hagan sus altares de muertos, además de un sinfín de juguetes: juguetes tradicionales mexicanos de madera, trompos, pelotas, yoyós, carritos de diferentes tamaños, diseños y formas.

¡Al seguir caminando, también encontrará el "Pan de Muerto '' o pan de muerto por favor sepa que no está hecho con harina de muerto! El Pan de Muerto es un pan dulce aromatizado conazahar, y adornado con 4 huesos largos y una calavera en el centro hecha también de pan, bañada en mantequilla y espolvoreada con azúcar. Se trata de un verdadero manjar que sólo se encuentra durante esta temporada en el mercado, las panaderías y los supermercados de todo el país. El "Pan de Muerto" es uno de los principales componentes importantes en el Altar de Muertos, junto con las flores de cempasúchil, las velas y el "papel picado" de muchos colores. El altar siempre debe ir acompañado de la comida que le gustaba en vida al ser querido al que se le dedica el altar. Se espera que en este día, el ahora difunto, representado por una fotografía, regrese del más allá para convivir con su familia que tanto lo extraña.

Y no nos olvidemos del delicioso"Tejuino"; una bebida hecha a base de maíz fermentado y especias a la que se le añade helado de limón y un puñado de sal; una combinación, aunque no lo creas, celestial. Otra bebida deliciosa que puedes encontrar es el"Tepache" hecho de cáscaras de piña fermentadas en una olla de barro; son bebidas prehispánicas que siguen produciendo el mismo efecto con el paso del tiempo: ¡nos encanta!

No puedes irte de México sin probar al menos uno de los deliciosos, únicos y muy queridos dulces y picantes "chilitos", que son principalmente una mezcla de azúcar, tamarindo y chile. Es un dulce que trae muchos recuerdos de la infancia a todos los mexicanos.

Pasear por el mercado trae recuerdos; también se encuentran versos impresos dedicados a familiares, personajes famosos, políticos, lugares o a la propia muerte. Se destacan sus virtudes y se burlan de sus defectos, escritos en textos breves que dicen siempre la verdad en verso y de forma divertida o burlesca. Esos versos se llaman "calaveras literarias" y tienen un aspecto similar al siguiente:

"La muerte es democrática,
Ya que, después de todo, guera,
marrón, rico o pobre,
Todas las personas acaban siendo calaveras. "


José Guadalupe Posada

Y no pueden faltar las hermosas Catrinas, hechas de diferentes materiales: cartón, papel maché, cerámica, azúcar o chocolate, todas elegantemente vestidas, altivas, esbeltas, dando vida y personalidad a la muerte. La imagen de la Catrina fue creada por el dibujante mexicano José Guadalupe Posada. En 1910, la bautizó como "la calavera garbancera", palabra que proviene de los vendedores de garbanzos que, siendo pobres, se hacían pasar por ricos, tratando de ocultar sus raíces indígenas. Fingían ser europeos, (españoles o franceses) aunque no tuvieran dinero para comer, y parecían esqueletos, pero siempre bien vestidos. Como su autor, Posadas, era un caricaturista político, la intención era retratar la miseria, los errores políticos y la hipocresía de una sociedad. El pintor mexicano Diego Rivera les dio su aspecto actual con sombrero y estola de plumas. Está plasmado en sus murales, y con los años se convirtió en la representación cultural de la muerte para los mexicanos.


Cuando llega la hora de irse del Tianguis de Muertos, nadie se va triste ni con las manos vacías. Te vas con el estómago contento, maravillado por tantos colores y sabores, pero sobre todo, por la magia que te trae un montón de recuerdos de la infancia -de aquella tía que hacía ese delicioso tepache, del abuelo que ya no está, pero que vive en tu corazón, del muñeco de papel que te compraron y que 30 años después siguen vendiendo en el mismo lugar-. Te vas cargado de magia y tradición, esperando volver al año siguiente.


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